Hay días en los que me levanto y tengo la sensación de que la distancia es mucho más que kilómetros. Se convierten en esas ganas locas de besarte o de protegerte en mis brazos. En pasar un Domingo con una buena peli y un paquete enorme de pipas. Y que me las peles... de vez en mes.
Otros días, el amanecer es distinto. Me despierto, te busco y ahí estás. No hay distancia, me basta con cerrar los ojos para tocarte. Vemos una buena serie, y salimos a pasear al perro. Es entonces cuando te das cuenta de que has encontrado a tu mitad, porque son esos momentos en los que cualquier cosa que tocamos se transforma. Magia. (Y no de la de los trucos de la tele).
Te quiero pequeña.
3 comentarios:
animo, q la lucha tendra rencompensa
cuanto entiendo tus palabras, y esa sensacion de vacio q a veces produce la distancia
Por fin he conseguido entrar.
Hace ya mucho que decidimos luchar contra la distancia, y creo que poco a poco la hemos ido venciendo.
Ya queda poco para nuestra vida juntas.
¡Prepárense que viene lo bueno!
Te quiero piojito
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