Querer como te quiero...

No tiene nombre ni documento,

no tiene madre, no tiene precio...

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Soy hoja seca que arrastra el tiempo...

Te me desbordas dentro del pecho,

me robas tantas horas de sueño...

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Feliz en medio del cielo

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Si no me despiertas te debo este sueño

Llenarte los bolsillos de recuerdos y abrigarte con la chaqueta roja, esa con la que me tapo cuando estoy contigo. Cierro los ojos e intento memorizar la esencia, la situación. La repleto de recuerdos para cuando estoy lejos tener la capacidad de cerrar los ojos un instante y que tu olor me robe el alma, me la succione. Me he dado cuenta que ya no la usas, quizás si te abrigaras me sentirías. Prueba a cerrar los ojos. ¿Lo notas? Es como si una avalancha de recuerdos se apoderara de mi mente, y empezaran a coser sentimientos en mi garganta y a tejer sonrisas en mi cara. Tantas como los lunares de tu espalda, con los que tantas noches he jugado a acariciarlos mientras tu duermes. Y es que no me importa si soy absurda, pero prefiero contar lunares en lugar de ovejas. Prefiero abrigarme de recuerdos y dormir en tu almohada. O saltar lianas y piedras para llegar a donde tú estés. Vestirme con tu cuerpo en un mismo pijama, y que aún cuando caiga tu estés ahí para recordarme que no va a suceder nada. Ser atrapasueños de tu vida, y desafiar teorías absurdas. Como bien me dijo una vez alguien: "Es tanto lo que me gustaría explicarte que sinceramente me faltan las palabras, o quizá me sobran".

Y hoy soy yo la que te dice

por favor.

Ráfagas

Nací en pleno invierno y eso iba a marcar toda mi vida. Cuentan que llovía, y que me costó bastante salir. Estuve unas dos o tres horas pensando si salir o no, y eso que aún no era consciente de todo. Aunque pienso que igual era como una corazonada que me advertía de lo que me esperaba. Me contaron cuentos durante años de familias felices, sueños cumplidos, pero yo siempre lo relacionaba a otro mundo, quien sabe, quizás la luna. Ahí también pensaba que se iban los que no podían vivir aquí. A esconderse de las ráfagas y vientos huracanados de la tierra. Que se sentían tan poco atados a este mundo que creían que en cualquier momento iban a salir volando.

Tengo esa sensación. Me siento anclada a este mundo aunque me gustaría poder salir volando, y escapar, al país de ojalá, o más lejos aún. El miedo me consume, se está transformando en mi segunda piel, y siento que cuando me deshago de un trocito, rápidamente vuelve a crecerme. Es como si en cada esquina me fuera a encontrar una ráfaga que me levanta y me zarandea a su antojo. Me asusta. Quiero tocar tierra más que nunca, darte la mano y pisar firme. Y verte sonreír. Eso es lo más importante.

Me siento mas diminuta que nunca, es como si de repente, todo hubiera tomado tamaño de gigante. Y no lo soporto. A veces siento que soy sólo el error de ellos, y que pago las consecuencias. Otras siento que he sido arrastrada por la corriente. Y otras siento que te estoy arrastrando conmigo. Me tortura la idea.

Hoy ha vuelto. Ha vuelto eso que tanto tememos...

Y es que ya me he acostumbrado, ya soy consciente de que debemos vivir esperando que vuelva. Al menos por un tiempo.

Y yo sueño con poder alejarte de todo esa mirda. Pero sólo sueño, porque no puedo hacerlo. Ni si quiera puedo envolverte con mis brazos para hacerte sentir que nada va a pasar aunque fuera de nuestro refugio nos bombardean.

Hoy más que nunca me esfuerzo en acortar la distancia, en que me sientas, en sentirnos.

No entiendo tantas cosas... empezaría a pedir explicaciones sin cesar, y aún así se que no lo entendería.

Sólo me queda estar contigo, contigo pero aquí, e intentar acelerar el tiempo, o hacer que no te duela... Estar contigo, luchar contigo, CONTIGO.

Existir

Llevo unos días feliz. Como hacía mucho tiempo que no estaba, o no en casi todos los ámbitos. Me cuesta creer que no sea un sueño, por eso abro los ojos poco a poco porque me da miedo pensar que cuando los abra todo haya terminado, y vuelva a encontrarme en la montaña rusa, en pleno descenso. Pero abro los ojos y todo es real. Como cuando te abrazo fuerte fuerte fuerte para darme cuenta de que existes, o besarte despacio los labios para robar tu sabor y sentir como me alimenta.

*
Como te echo de menos…

Aire

Me haces sentir que puedo soñar,

me elevas del suelo y hasta el cielo

puedo tocar.

Tu magia me ha sabido rescatar,

yo respiro tu aire que me llena de libertad.

Tú, mi aire.

V a c i a

Hace algunas horas despertaba con tu aliento en mi nuca. Abría los ojos despacito por si el sueño se esfumaba. Y cuando te despistaba, me pellizcaba creyendo que si sentía dolor era realidad. Era la vida perfecta. Ahora despierto palpando la cama, buscándote entre mis sábanas por si juegas a esconderte y asustarme. Sin embargo, está vacía. Ni tu cuerpo, ni tu olor, ni tu aliento. Sólo millones de recuerdos. Gira, gira, gira el mundo. Páralo y búscame. O sálvame que esto de caminar por el borde sin ti me asusta tanto que soy incapaz.

"La vida escapa sin más, viviendo en ningún lugar, fuera de tu realidad, y sin las alas que tú me das"

Y pasa el tiempo...

La distancia la marcamos tú y yo a medias

si procuras no tenerme en el olvido...

Yo prometo soñarte mientras duerma,

y dormir hasta que estés aquí conmigo