domingo, 21 de junio de 2009

Alicia

“o el pozo era de veras muy profundo o el descenso era muy lento; lo cierto es que mientras bajaba, Alicia tuvo tiempo de mirar a su alrededor y preguntarse qué iría a pasar después.”

«¡Vaya! », pensó Alicia. «¡Después de una caída como ésta, rodar por las escaleras me parecerá algo sin importancia! ¡Qué valiente me encontrarán todos! ¡Ni siquiera lloraría, aunque me cayera del tejado!» (Y era verdad.)Abajo, abajo, abajo. ¿No acabaría nunca de caer?

Hoy me siento un poco Alicia en el país de las maravillas, sólo que me han timado con el país y las maravillas, casi todas, se han esfumado.

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