domingo, 6 de diciembre de 2009

Indiferencia

Dicen que no hay nada que duela más que la indiferencia. Qué sabio fueron aquellos que lo dijeron, sobretodo cuando es inmerecida. Así alimentan ellos su supuesto gran cariño por mí, con indiferencia una tras otra. Les importa todo una mierda y yo voy incluída en su lote. Como si de una cesta de Navidad se tratara. A los que les importaba, a los que no me trataban con indiferencia, a los que no me necesitaban para sobrevivir los he perdido. Y ahora me queda cientos de fotos, miles de recuerdos y sus descendientes. Lástima que éstos se deterioran con el tiempo... ahora ya no ven nada importante. Qué falta me haces, contigo aunque éramos dos, nunca me sentí sola. Nunca me distes puñetazos de indiferencia. Te echo de menos.

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