martes, 24 de marzo de 2009

Pulmones vacíos

Me repito constantemente. Una vez más me estoy quedando sin oxígeno, y eso que hace unos días creía que me explotarían de felicidad. Supongo que sin darme cuenta me he transformado en una veleta, de un estado a otro en décimas de segundo. O mejor, una montaña rusa que tan rápido sube como baja, con la misma sensación. Cuando estoy arriba volando con las alas expandidas y con felicidad tengo vértigo, porque espero la caída. Pensaba que me había acostumbrado a vivir con esta sensación, siendo capaz de dejarla de lado y disfrutando de ser feliz.

Sin embargo, estos días las fuerzas se me han fugado al país de Platanito ;) . Debe ser que estaban estresadas de tanto trabajo y necesitaban vacaciones. Lo positivo de esto, es que después de las vacaciones está la vuelta a la realidad, y en este caso espero que sea así, que vuelvan de vacaciones y sigan trabajando codo a codo.

Lo necesito, necesito un cambio. Sentir que no soy una veleta que el viento mueve a su antojo. Que soy la dueña de mi vida, y que las riendas sólo las manejo yo. Las de mi vida, que son las únicas que quiero manejar. Rodearme de sonrisas y que se me calquen. Como las tuyas, que cada vez que sonríes me dibujas a tu antojo y me coloreas de felicidad.
Necesito que el tiempo gane el maratón, que estando a tu lado los problemas se escapan, como se escapa el oxígeno por esa grieta que tengo en los pulmones. ¿O es el corazón? No lo sé. No sé si entre todas estas cosas que se me han escapado y se me están escapando, se me ha colado el corazón, y las ganas. Ellas también han huido.
Tápame con la mantita, y abrígame con presión, que no se me escape nada más. Ni un sólo segundo más.



No hay comentarios: