
No puedo dejar de soñar.
No puedo dejar de vivir.
No puedo dejar de imaginarme contigo recorriendo cada uno de estos lugares, sin que se me dibuje una sonrisa de oreja a oreja. Muero por verte, por tenerte a mi ladito. Sólo quedan un poco más de unos segundos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario