Enredo

Así me siento, y no se como me siento.

Como una maraña de hilos, como un enredo, o deshilachada.

Quizá es verdad que los Géminis somos algo cobardes, quizá es que nunca llevé bien eso de cumplir espectativas.

Simplemente no soy quien en verdad parezco, quizá no caí del cielo.

O a lo mejor soy yo, que me enredo y acabo viendo todo más difícil de lo que en realidad me gustaría que fuera.

Quizá sólo soy una niña consentida que acostumbra a salirse con la suya y no lleva demasiado bien eso de no poder darte lo que mereces cuando y como quiere.

Y como soy géminis no quiero caminar sobre el dolor descalza.

Suerte que te encontré; a ti, que estás dispuesta a correr el riesgo, porque el dolor se hace insoportable cuando se atisba la lejana posibilidad de separarme de ti para volar con unas alas que para ese entonces estarían hechas añicos.

Bésame mientras yo muero lento, como si el mundo se acabara después.

Suerte que me quedan los colores, y tú, que nunca dejas que mi podredumbre llegue a ser negra del todo.

Mañana será otro día, seguro.